Escribir requiere dedicación. Antes de publicar un libro es necesario revisar el manuscrito para pulirlo y conseguir un resultado aún mejor. Pero en algunos casos, el perfeccionismo puede hacer que esta tarea sea una lucha cuesta arriba y es posible que el autor nunca esté satisfecho con el resultado final. Hasta el más mínimo detalle puede estar sujeto a cambios, proceso que impide que la obra alcance, a ojos de su creador, una calidad suficiente para ser publicada.

Los escritores cruzan con demasiada frecuencia la delgada línea entre el cuidado y el perfeccionismo. Y antes de que te des cuenta, puedes quedar atrapado en él, modificando tu manuscrito hasta límites insospechados. Por eso, en este artículo queremos enseñarte cómo afrontar esta situación para que no acabes perdiendo la gran oportunidad de publicar un libro.

¿Qué causa el perfeccionismo?

El miedo es el gran origen del perfeccionismo del escritor. Si bien tu sueño es ver publicado tu libro, el terror de que no te guste te hace retroceder y nunca verás con buenos ojos tu manuscrito. Siempre habrá una palabra que merezca algún cambio, un elemento que se pueda mejorar, o un pasaje que se pueda explicar mejor... Pero al fin y al cabo, todos estos retoques sólo buscan una cosa: llegar a un punto imposible. .

Puede que creas que no tienes talento, por lo que siempre estás buscando una nueva oportunidad de acercarte lo más posible a los grandes libros que ya has leído. También está el miedo al fracaso, a las críticas, a que alguien juzgue (y no bien) tu trabajo. Pero debes afrontar este desafío.

Sí, tu libro también recibirá críticas negativas. Pero escribir un libro y que una editorial te permita publicarlo ya es un gran paso. Déjate guiar por los ojos de otras personas que creen en este manuscrito, sigue sus consejos y no tengas miedo de nada.

Superar el perfeccionismo

¿Te sientes identificado con estos sentimientos? ¿Crees que el miedo puede vencerte en tu aventura literaria? ¡No te preocupes! Hay un remedio para todo en la vida de un escritor, incluso el perfeccionismo. Aquí te damos 5 consejos para afrontarlo:

Recuerda, es tu sueño.

Escribir debe ser algo gratificante, nunca una tarea que te cause dolor. Si sueñas con publicar una obra, no dejes que el perfeccionismo te impida lograrlo. Es aceptable que quieras lograr este objetivo de la mejor manera posible y no te conformes con hacerlo de todos modos, pero recuerda aceptar tus límites.

¿Con qué frecuencia el miedo nos bloquea y nos impide ser quienes queremos ser? Pregúntate si tal bloqueo es aceptable o vale la pena ser tan exigente que tus sueños no se cumplan. ¿No te gustaría tener en tu estantería un libro cuya autoría sea tuya? Pasemos al siguiente consejo.

La excelencia no es perfeccionismo.

No lo toques más. Así es la rosa. Alcanzar la excelencia es posible, pero la perfección no. Siempre habrá alguien a quien no le guste tu libro o algún posible cambio (lo que puede provocar que otra audiencia repudie tus páginas).

Ten claro tu objetivo, céntrate en a quién quieres dirigirte y tendrás un buen punto de partida. Trabaja en esta orientación, mantente dentro de este camino y los resultados llegarán por sí solos. Cuando termines y veas tu libro hecho realidad, entenderás que tanto perfeccionismo es inaceptable.

Recuerda tus fortalezas

Te contamos un secreto, escritor, ¡tienes talento! Y en el fondo sabemos que tú también lo sabes. En lugar de centrarse tanto en sus defectos, mejore sus fortalezas y asegúrese de que estén bien impresas en su libro. Cuando el perfeccionismo te bloquee, detente momentáneamente y recuerda en qué destacas.

Tome su tiempo

A veces terminar algo es mucho mejor que no hacer nada. Simplemente adopte una actitud simple hacia las cosas. No querrás escribir el ensayo perfecto cuando tu hijo se te acerque y te pregunte: "Papá, por favor ayúdame a hacer mi ensayo gratis ". Lo escribirás lo mejor que puedas en este momento, pero no perfecto.

Ley de Pareto

Según esta ley, el 80% de los resultados resultan del 20% de los esfuerzos. Identifica ese pequeño porcentaje y trabaja para convertirlo en protagonista del proceso de escritura, amplíalo y refuerza este lado hasta llegar al mejor final posible para tu libro. No te dejes tentar por otros caminos.

Y recordemos la cita de Voltaire: "Lo perfecto es enemigo de lo bueno".